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Filósofa

¿Qué son los Critical Border Studies?

Observo con agrado que distintos grupos de investigación de las universidades en la Ciudad de México por lo menos, todavía creo que faltan algunos años para que esta influencia tardía, también hay que decirlo, de los Critical Legal Studies, permee la actividad académica en el resto del país, dedicados a estudios fronterizos o estudios migratorios están modificando su perspectiva de análisis, pasando de lo meramente sociológico, demográfico, antropológico, a integrar en sus metodologías la teoría literaria, los estudios culturales, la autoetnografía, de la mano de apuestas epistemológicas que incluyen lo que algunos autores han denominado el giro ontológico, la estética, la ética y obviamente el derecho y la política.

Desde mi perspectiva los Critical Studies son una vertiente epistemológica que deviene de la deconstrucción y del trabajo en particular que hace Jacques Derrida en tres niveles que mencionaré sintéticamente: 1) El estilo de escritura que transita entre lo literario-poético-filosófico-político-autobiográfico (que también hay que decir ha sido muy cuestionado, principalmente por los filósofos análticos) y abre la puerta a esa noción de la différance (lo que difiere, la diferencia) en la escritura académica mediante la recuperación de las figuras retóricas, especialmente la metáfora, la metonimia, la elipsis. 2) Evidentemente la práctica de la deconstrucción como una experiencia de lo imposible, que toma forma en la aporía: “En general, la deconstrucción se practica con arreglo a dos estilos injertados uno en el otro por aquélla. Uno tiene el aire demostrativo y aparentemente no-histórico de las paradojas lógico-formales. El otro, más histórico o amnésico, parece proceder mediante lecturas de textos, interpretaciones minuciosas y genealogías” (Derrida, 2010: 49). 3) La diseminación que deja “fuera del texto” la axiomatización binómica existente en la cultura occidental: “La diseminación abre, sin fin, esta ruptura de la escritura que ya no se deja recoser, el lugar en que ni el sentido, aunque fuese plural, ni ninguna forma de presencia sujeta ya la huella (Derrida, 1997: 41).

Existen otros elementos biográficos que no se deben dejar pasar para comprender la influencia que tuvo Derrida especialmente en las y los pensadores que inauguran los Critical Legal Studies en Estados Unidos y su posterior influencia en los Critical Border Studies en Europa. El primero se relaciona con su origen argelino-francés-judío (circunstancia que lo posiciona inadecuadamente, desde mi perspectiva, como un estudioso decolonial; lo mismo que la pretensión de abarcabilidad que se le intenta dar a los Critical Border Studies en el terreno poscolonial). El segundo, y el más evidente, es la influencia que tuvo Derrida en los departamentos de filosofía y literatura en Estados Unidos durante sus estancias en universidades como Irvine, California, donde se encuentra uno de los archivos más importante de su obra:

“Es por lo que aún sin conocerlos bien desde el interior –de lo que me siento culpable– y sin pretender estar familiarizados con ellos, considero que los desarrollos de los Critical Legal Studies o de trabajos como los de Stanley Fish, Barbara Herrstein-Smith, Drucilla Cornell, Samuel Weber y otros, que se sitúan en la articulación entre literatura, filosofía, derecho, y los problemas político-institucionales, se encuentran hoy, desde el punto de vista de cierta deconstrucción, entre los más fecundos y más necesarios.

Derrida, 2010: 22

Derrida está siendo muy generoso en la afirmación “y sin pretender estar familiarizado con ellos” porque es precisamente en el libro Fuerza de ley. El “fundamento místico de la autoridad” (2010) donde considero despliega el conocimiento y la influencia que tiene su pensamiento y la deconstrucción en los Critical Legal Studies: “En la estructura que describo de esta manera, el derecho es esencialmente desconstruible, ya sea porque está fundado, construido sobre capas textuales, interpretables, transformables (y esto en la historia del derecho, nla posible y necesaria transformación, o en ocasiones la mejora del derecho), ya sea porque su último fundamento por definición no está fundado” (35).

Critical Border Studies

Ahora bien, una vez presentada este intentento de contexto, de introducción, de prefacio, de antesala ¿qué son los Critical Border Studies?, ¿en qué consisten?, ¿qué analizan?, ¿cuál es su metodología?, ¿tienen una metodología?, ¿dónde surgen? y ¿en qué se diferencian de los Border Studies?

Ubico el nombre de los Critical Border Studies en las universidades europeas, pertenecientes principalmente al norte de Europa y en particular a los países que conforman la península Escandinava (incluyendo Finlandia). Considero que esta vertiente de los Critical Studies es reciente, quizá una década cuando más, aunque el trabajo de análisis y perspectiva de los Border Studies del presente siglo más inmediato es sin duda el que ha realizado Michel Foucher.

Me atrevo a afirmar que el desarrollo de los Border Studies y los Critical Border Studies se da en esta zona en parte porque desde 2002 llevo haciendo Estudios Críticos de Fronteras (mi primer libro Alegoría de la frontera México-Estados Unidos. Análisis comparativo de dos literaturas colindantes publicado en 2013 da cuenta de ello), desconociendo que años después se les llamaría de esa forma, lo cual me ha permitido seguir muy de cerca cómo se han movido las escuelas dedicadas a estudiar los fenómenos fronterizos en el resto del mundo; aunado a que tuve la fortuna de estudiar Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona en la época en la que Derrida estaba fuertemente presente (y todavía vio) en los planes y programas del doctorado.

As I started studying the limits, frames and boundaries between Northern Mexican literature and Chicano literature, I realized that border studies was not only research about space or geopolitical frontiers or the re-significance of the other and the difference. The study of borders is also the study of ontology and the metaphor of the political philosophical event. In this sense, over the last few years, I have been developing the Epistemological Model of Boundaries (Rodríguez, 2014a), which consists of the deconstruction of the conceptual and spatial mapping of the classical border corpus considering specific cases of frontier zones (a border region and a crossborder region) such as the European Union-Africa, Europe-Middle East, Palestine-Israel, Morocco-Spain, Morocco-Algeria, as well as United States-Mexico-Central America ( Rodríguez, 2016 ).

Roxana Rodríguez Ortiz (Cooper & Tinning, 2020: 220)

Existen además proyectos de investigación que dan cuenta de ello, pongo aquí las direcciones de sus páginas de internet, incluyendo la del grupo de investigación que fundé en 2010:

Así como varios autores y libros que se han publicado recientemente en dónde podemos encontrar la riqueza de análisis de eso que hasta finales del siglo XX era un simple límite territorial que servía para dividir estados-nación. Lo rápido que han crecido los análisis hipertextualizados e intertextuales en los Critical Border Studies hacen posible lecturas disímiles de eso que en español entendemos genéricamente como fronteras y que en otras lenguas tiene una juego más sutil y que es importante considerar en las traducciones ontológicas de la frontera en sí. Me gustaría cerrar con la cita de uno de los autores quizá más conocidos en este ámbito:

In order to understand why we b / order ourselves and others in a regular democracy, and thereby define who we desire to be, it is crucially important to understand where we are, where we stand before the Law. The border is not a beginning, nor an end, but a continuous introspective question.

Henk van Houtum (Cooper & Tinning, 2020: 193)

Política migratoria acéfala en México

Ayer participó Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, en la cumbre climática que organizó el gobierno estadounidense. En su presentación, López Obrador volvió a poner sobre la mesa su proyecto “Sembrando vida” para mitigar la deforestación, la pobreza y la migración en la región (sur de México y sus respectivas fronteras con Guatemala y Belice, que en teoría impactaría en Honduras y El Salvador), a pesar de que el presidente Joe Biden ya le había dicho que la cumbre no era el espacio para aludir a temas migratorios.

López Obrador propone a Biden financiar el programa Sembrando Vida y combatir dos crisis: la inmigración y la deforestación

https://cnnespanol.cnn.com/video/amlo-biden-cumbre-climatica-sembrando-vida-visas-migrantes-propuesta-crisis-sot-perspectivas-mexico/

No me sorprende que López Obrador insista en las “virtudes” de su programa “sembrando vida, me sorprende lo poco empapado que está con respecto a la política migratoria que coordina Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores, y que ejecuta Francisco Garduño, Comisionado del Instituto Nacional de Migración. Una política migratoria acéfala, donde prevalece la política de “resguardar” la seguridad nacional (un discurso bastante incongruente cuando fue justamente el gobierno mexicano de los pocos en no cerrar sus fronteras aéreas y terrestres, especialmente con Estados Unidos, durante la pandemia).

Una política acéfala al interior de México, no así en la relación con Estados Unidos, porque mientras Ebrard está más preocupado por fortalecer los consulados en el país vecino, para seguir recibiendo remesas; Garduño hace como que hace pero en realidad reprime la movilidad humana de personas centroamericanas, transcontinentales, que intentan ingresar al país. Entonces, el hecho que López Obrador insista en un programa que no tendrá los mínimos resultados esperados para mitigar ni la pobreza ni la deforestación ni la migración no solo alude a su ignorancia como jefe de estado sino a su desinterés por resolver temas centrales en año electoral.

Migración cero*

Apostar por el desarrollo de la región sin duda es la única opción para mitigar la migración, pero para ello se necesitan cubrir varias aristas en diferentes niveles: la corrupción que azota a los gobiernos de la región, incluyendo a México; la inseguridad y el crimen organizado que atraviesa las rutas migratorias hasta la frontera sur de Estados Unido; las causas de la migración centroamericana; la política errática de criminalización, detención, deportación del Instituto Nacional de Migración (INM); la falta de presupuesto de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (COMAR) para contratar y capacitar gente que facilite el trámite de solicitud de asilo-refugio; la política de tercer país seguro en la frontera norte de México; la xenofobia creciente en las comunidades receptoras y de tránsito; la notable intervención de la ONU, mediante la participación de ACNUR y ahora de la CEPAL no solo en el tratamiento de la movilidad humana sino en el desarrollo económico de la región; y, no menos importante, el presupuesto para lograr lo que desde mi perspectiva es la migración cero en apego a la agenda 2030.

Este mismo esquema de migración cero es lo que se propuso la Unión Europea a partir de la mal llamada crisis de refugiados sirios en 2015, una política que consistía en varias estrategias, principalmente dos: externalizar fronteras y tercer país seguro (en apego al reglamento Dublín III). Ambas fracasaron si consideramos el cementerio en el que se ha convertido el Mediterráneo en los últimos años debido a que también se impusieron sanciones a las organizaciones de la sociedad civil que están dedicadas a salvar vidas en medio del mar. Pero si consideramos que en pocos años se logró disminuir la llegada de personas migrantes y solicitantes de refugio a la Unión Europea, podríamos decir que ha sido exitosa debido principalmente a los acuerdos con los países africanos que se han encargado de controlar la migración antes de su salida al mar con tácticas que dejan mucho que desear con respecto a los derechos humanos.

Con este escenario local-global, se presentó el documento que le da forma al Plan de Desarrollo Integral El Salvador-Guatemala-Honduras-México (mayo 2019), propuesta de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El documento es interesante y multifactorial, sin duda una agenda de política internacional para la región que concluye con 30 recomendaciones en apego a los cuatro objetivos generales del Plan: desarrollo económico, bienestar social, sostenibilidad, gestión integral.

Una agenda a largo plazo que además de mucha inversión, en primer lugar, necesitaría de un cambio de paradigma en la concepción de la política fiscal, económica, energética, de derechos humanos, educación, innovación y desarrollo. Un manual de buenas intenciones de difícil aplicabilidad en la región dadas las condiciones actuales de ausencia de un estado de derecho; es decir, además del presupuesto, el otro cómo que no es evidente consiste justamente en cómo se va a garantizar la seguridad humana para que se generen todos estos cambios en la región.

Reterritorializar la frontera

La administración de López Obrador, le apostó por reterritorializar la frontera sur y permitir cierta movilidad de personas (en tránsito), mediante la opción de quedarse en México (sic) para trabajar en los proyectos macroeconómicos propuestos para este sexenio, “Sembrando vida” y la construcción del Tren Maya, lo que hace posible encapsular los flujos migratorios hasta lo que se conoce como el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, como se observa en la “Imagen 1: Frontera Interregional México-Centroamérica”.

Ilustración 1: Frontera interregional México Centroamérica (Rodríguez, 2019)

Para lograr este movimiento de reterritorialización fronteriza, el gobierno mexicano ha implementando una reforma laboral regional que consiste en ofrecer empleo  (vía terceros) a los y las personas migrantes en tránsito (mediante ACNUR o el programa “Sembrando Vida”):

Con 2.000 millones de pesos (unos 105 millones de dólares), arrancará para este año el programa de apoyo a migrantes centroamericanos, que el gobierno mexicano va lanzar para enfrentar el problema de la migración en la región, informó este lunes el subsecretario -vicecanciller- mexicano para América del Norte y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga.[1]

La situación es preocupante porque la postura de López Obrador incentiva la falta de coordinación entre los países que conforman la región, incluso el poder llegar a acuerdos con Kamala Harris, vicepresidenta del gobierno estadounidense. Veremos si en un futuro las decisiones equivocadas de Marcelo Ebrard que López Obrador ha asumido sin filtro no se les revierten y los aislan del proyecto de desarrollo económico que Biden quiere impulsar en su país, orillando al gobierno mexicano a tener una actitud pasiva, como hasta ahora, de cara a la política migratoria y fronteriza, con lo que ello conlleva para las personas migrantes y solicitantes de refugio


  • Fragmentos del libro Roxana Rodríguez (2020). Migración cero. Reterritorializar la condición de refugiado en México. México: Bajo Tierra.

[1] Redacción, “México: Programa de apoyo a migrantes centroamericanos arrancará con 105 millones de dólares”, Xinhua en español, 16 de julio de 2019. Link: http://spanish.xinhuanet.com/2019-07/16/c_138230434.htm (fecha de consulta: 31 de marzo de 2020).

Novedad editorial: Migración Cero. Reterritorializar la condición de refugiado en México

Síntesis del libro

Migración cero es la apuesta global, una apuesta que se regenera cada tanto. No es la primera vez que el derecho internacional se aboca, mediante los organismos internacionales, a dar cuenta y soluciones globales a los problemas que orillan a las personas a migrar, pero es el mismo derecho internacional, con sus instituciones, el que cede a las presiones de la soberanía en momentos determinados, como lo evidenció el cierre de fronteras en prácticamente todo el mundo debido a la pandemia de Covid-19.

Esta investigación da cuenta de cómo el gobierno de López Obrador apostó por una migración cero (el eufemismo empleado para evitar que las personas centroamericanas y migrantes transcontinentales logren llegar a Estados Unidos cruzando el país), mediante la implementación de una política migratoria consistente en reterritorizalizar la condición de refugiado.

Si bien es cierto que mucho de lo que está escrito en este libro ha sido pensado también para otros contextos y otros continentes, el presente análisis de la política migratoria mexicana consiste en mostrar la ausencia de una política fronteriza en el país, a diferencia de lo que se observa en otras regiones del continente (pienso especialmente en la Triple Frontera: Argentina, Brasil, Paraguay), la cual se explica por su cercanía con Estados Unidos, pero se traduce en un imperativo categórico inconsistente y desigual que afecta el Estado de derecho, la soberanía y cualquier intento de integración regional con el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras).

Migración cero. Reterritorializar la condición de refugiado en México, es una investigación de largo aliento, pues conjunta postulados de la ontología política, los estudios fronterizos comparados y los estudios críticos del derecho (Critical Legal Studies).

Primera edición: noviembre de 2020

D.R. © Roxana Rodríguez Ortiz, autora

D.R. © Bajo Tierra A.C.

Necaxa 72 apto. 11, Col. Portales Sur, CP 03300 México, D. F.

bajotierraediciones@gmail.com

ISBN 978-607-98901-7-9

© Bajo Tierra A.C. en armonía con la presente obra registra Migración cero. Reterritorializar la condición de refugiado en México bajo licencia legal de Creative Commons.

Atribución – no derivadas 2.5 México.

Impreso en México