En estas semanas hemos vivenciado un diálogo epistolar fuera de serie entre AMLO y Tump. Diálogo que sorprende por la premura de llegar a acuerdos entre un jefe de gobierno y un presidente electo que no entra en funciones todavía. Aunado a la premura (de ambos) de firmar el TLCAN a cambio de RETENER la migración centroamericana y mexicana hacia Estados Unidos, considerando cuatro temas de abordaje binacional: comercio, migración, desarrollo y seguridad.
Dos aspectos quiero destacar de la carta de AMLO: lenguaje empleado para referirse a la migración y asunción de complicidad en el tratamiento del fenómeno migratorio:
LENGUAJE EMPLEADO:
(p.3) “financiamiento del desarrollo regional de sur a norte, puesta en práctica de proyectos para RETENER a la población en sus pueblos”.
(p.4) “se EVITARÁ, con ello, que los jóvenes de la región sigan emigrando hacia el norte en busca de trabajo”.
(p. 4) “Esta será la última cortina para RETENER trabajadores en nuestro territorio”.
Tres ejemplos, existen más, de que la migración mexicana es solamente un problema económico y no social. Tres ejemplos del uso de un lenguaje de criminalización de la movilidad humana. Tres ejemplos del desconocimiento del trabajo de fondo que ha implicado sumar a la redacción de la política pública con enfoque de seguridad humana y no de seguridad nacional.
ASUNCIÓN DE COMPLICIDAD:
(p.6) “Si en este plan participamos Estados Unidos y México e incluímos a los países centroamericanos”. ¿Por qué no a la inversa? hubiera pensado que las primeras acciones de AMLO serían fomentar el diálogo con America del Sur y América Latina, no con quien ha usurpado el nombre de nuestro continente: “Make America Great Again”.
(p.7) “me anima el hecho de que ambos sabemos cumplir lo que decidimos y hemos enfrentado la adversidad con éxito”. sin palabras.
Trump responde inmediatamente con otra carta donde se lee lo siguiente: “Considero que una renegociación exitosa del TLCAN nos guiará a aún más empleos y mejor pagados para los empleados mexicanos y estadounidenses que tan duro trabajan, pero solo si lo podemos hacer rápido”.
Trump en su mismo tono breve y puntual no sorprende. AMLO, por el contrario, sí. Me sorprende su intención de complicidad con quienes nos han visto siempre como su patio trasero de cara a un fenómeno migratorio mucho más complejo que la propia seguridad fronteriza. Su inocencia, por decirlo de alguna forma, de creer que podrá instalar nuevamente una zona fronteriza libre en el norte del país. ¿Acaso no sabe que el negocio actual de cualquier país es la securitización de las fronteras? Y, finalmente, me sorprende su servilismo para firmar el TLCAN.
Existen en la arena nacional varias voces que endulzan el oido de AMLO, esperamos no se equivoque al escoger a quién escucha, algunos son más mediáticos que otros y se empiezan a perfilar dos vertientes de un mismo proyecto que no inicia todavía. Solo espero no tener que ser oposición de la oposición los siguientes seis años.