A 23 años del Tratado de Libre Comercio para América del Norte empieza una etapa conocida de modernización que consiste en renegociar ciertos aspectos y actualizar otros que no se contemplaron anteriormente. Evidentemente el TLCAN no ha sido la panacea de México y dudosamente pueda serlo después de esta “modernización”. El gobierno mexicano, de acuerdo a un tweet de la Secretaria de Relaciones Exteriores empezó la negociación con los siguientes cuatro ejes:
Evidentemente el gobierno mexicano tiene todas las posibilidades de establecer las condiciones de posibilidad para que la “modernización” del #TLCAN sirvan para mejorar las condiciones de desigualdad existente en un país que ha crecido poco por abocarse a la manufactura y por no invertir en ID, derivado de la fuerte corresponsabilidad económica que existe con Estados Unidos (una alianza perversa poco aprovechada) como se observa en la siguiente imagen:
Desafortunadamente, el gobierno mexicano prefiere apostarle todavía a la exportación de mano de obra barata (una irregularidad a todas luces) que realizar una negación integral de no dependencia económica con el país vecino. Los datos existen, la voluntad política no.
Las organizaciones de la sociedad civil le apostaron a poner sobre la mesa de discusión la defensa de los derechos laborales de los mexicanos en Estados Unidos, pero no fueron escuchadas por la contraparte estadounidense, como se observa en el comunicado de las colegas del Centro de Derechos del Migrante, Inc. (CDM):
Hoy, el Presidente de los Estados Unidos dio un paso atrás en derechos de las y los trabajadores migrantes al omitir protecciones para las y los trabajadores migrantes en sus objetivos para la renegociación del TLCAN. Aunque damos la bienvenida a la inclusión de las protecciones laborales como parte del tratado en lugar de un acuerdo paralelo, el CDM se siente indignado de que el Presidente haya abandonado a las y los trabajadores migrantes. http://www.cdmigrante.org/las-y-los-trabajadores-migrantes-son-abandonados-por-el-tlcan/
Lo que me llama la atención es que en el documento presentado por el gobierno de Estados Unidos, denominado “Summary of Objectives for the NAFTA Renegotiation” no se considere la securitización de la frontera norte, pero sí se haga hincapié en “Digital Trade in Goods and Services and Cross-Border Data Flows”, específicamente:
- Establish rules to ensure that NAFTA countries do not impose measures that restrict cross- border data flows and do not require the use or installation of local computing facilities. https://ustr.gov/sites/default/files/files/Press/Releases/NAFTAObjectives.pdf
Evidentemente este giro en la política económica de Estados Unidos no está contemplado en la política económica de México, a menos que se entienda en el eje 3. “Aprovechar las oportunidades de la economía del siglo XXI”, que menciona la SRE en su tweet.
Lamentable lo que sucede con el gobierno de Enrique Peña Nieto y su falta de voluntad política para apostarle a un mejor acuerdo. Veremos cómo se nos va una oportunidad más de cambiar el devenir del país y seguiremos atenidos a la corrupción rampante que azota a México:
dentro del equipo negociador hay preocupación por algunas lamentables prácticas, muy mexicanas que, sobre todo sus pares estadounidenses, usarán para alterar el tono de las conversaciones: la corrupción, el debilitamiento institucional, la falta de Estado de Derecho, la impunidad. ¿Quién se atrevería a tener un socio que no puede (¿o no quiere?) deshacerse de estos vicios? Visto así, la diatriba de Trump es una cosa que, seguramente, tomará otro cariz, gracias al arranque de las discusiones formales para actualizar el TLCAN. https://www.forbes.com.mx/corrupcion-problema-mexico-renegociacion-tlcan/