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Epistemologías, teorías y metodologías diferenciadas

El grupo de Investigación de Estudios Fronterizos de la UACM convoca a la Décima Versión del Seminario Permanente de Estudios Fronterizos con la temática “Epistemologías, teorías y metodologías diferenciadas” que se realizará de forma híbrida a partir del 16 de agosto del presente año (véase calendario de presentaciones).

En esta ocasión proponemos dialogar entre investigadoras/es y estudiantes de posgrado que trabajan con temas de fronteras y/o migraciones con el propósito de construir una perspectiva de análisis transdisciplinar de la (re)producción de las fronteras, sus (re)representaciones y las dinámicas de movilidad humana. 

Objetivo: 

Reflexionar sobre las similitudes y diferencias teórico metodológicas en el abordaje de los fenómenos fronterizos y migratorios en diferentes contextos y continentes.

Objetivos específicos:

  1. Reflexionar sobre las diferencias entre estudios fronterizos y estudios migratorios desde la experiencia de las investigadoras participantes.
  2. Reflexionar sobre las bases epistemológicas de los estudios fronterizos y los estudios migratorios en diferentes contextos y continentes.
  3. Reflexionar sobre  las dificultades que supone analizar indistintamente ambos fenómenos.
  4. Proponer el puente metodológico para estudiar ambos fenómenos.

Metodología:

Reuniones quincenales en modalidad híbrida donde cada una de las investigadoras presenta avances de la investigación que está desarrollando en el marco del Seminario.

Las sesiones están programadas para realizarse en dos horas:

  • 30 min de presentación de la investigación a cargo del/la investigadora responsable.
    • 60 min de retroalimentación por parte de los y las integrantes del Seminario.
      • 30 min de comentarios o preguntas finales.

La convocatoria para participar activamente en las sesiones del Seminario estará abierta hasta el 15 de julio de 2023, para ello es necesario contestar el siguiente formulario https://forms.gle/YnGSfnDQNsPGtJLK8. El 30 de julio de 2023 vía correo electrónico daremos respuesta a sus solicitudes.

Calendario de presentaciones

16/08/2023

Sesión 1: La frontera como aporía. La experiencia de no-pasar.

Roxana Rodríguez Ortiz (México).

Profesora de filosofía en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México donde fundé los grupos de investigación Estudios Fronterizos y Ecología del Afecto. Especialista en Critical Border Studies. Desarrollé el modelo epistemológico de la frontera que me ha servido para hacer estudios fronterizos comparados en diferentes continentes. Miembro del SNI desde 2011.

30/08/2023 

Sesión 2:  Gestión de fronteras y gobernanza de las migraciones en la UE: las crisis de refugiados y la respuesta europea .

Sònia Parella Rubio (España)

Doctora en Sociología y profesora titular del Departamento de Sociología en la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente coordina el centro interuniversitario CER-Migracions  [https://cermigracions.org/]. Sus actuales líneas de trabajo son las políticas migratorias, las migraciones con perspectiva de género y los procesos de discriminación étnico-racial.

13/09/2023

Sesión 3:  Genealogía de la política migratoria y sus correlatos en las fronteras.

Juan Carlos Narváez Gutiérrez (México)

Desde el 2015, dirige IMALAB Social AC, elaborando proyectos para la  OIM, el UNFPA, la OIT, el PNUD, el ACNUR, la UNICEF y GIZ entre otras. Entre 2019 y 2021, realizó una estancia como investigador posdoctoral adscrito al IIJ-UNAM- Es miembro del SNI-CONACYT. Sus libros más recientes: Diagnóstico sobre Desplazamiento Forzado Interno (2022) y Latinyorks (2022).

27/09/2023

Sesión 4: (In)seguridad, (in) movilidad, vigilancia, compasión: excepcionalidad y normalidad en los Estudios de Fronteras. 

María Lois (España)

Profesora de Geografía Política en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Coordina el Comité de Investigación en Geografía Política y Cultural (RC15) de la International Political Science Association (IPSA-AISP), y es subdirectora de la revista Geopolítica(s)

11/10/2023

Sesión 5:  Migrar las fronteras. Apropiaciones espaciales de los migrantes en tránsito por México.

Lucía Ortiz  (México).

Antropóloga Social de formación inicial con Doctorado en Ciencias Sociales. Actualmente se encuentra haciendo un posdoctorado CONACyT en El Colegio Mexiquense A.C. También, forma parte del Sistema Nacional de Investigadores Nivel C, imparte clases metodológicas en la institución donde realiza la estancia posdoctoral y en la Universidad Autónoma del Estado de México.  

25/10/2023 

Sesión 6: Fronteras bioespaciales y bionarrativa: control de la movilidad de los periodistas palestinos bajo ocupación.

Nofret Berenice Hernández Vilchis (México)

Periodista especializada en la situación en los territorios palestinos. Defendió su tesis doctoral sobre el proceso de profesionalización de los periodistas palestinos en marzo de 2015 por la Universidad de Aix-Marseille, Francia. Actualmente es posdoctorante de la División de Historia del CIDE.

8/11/2023 

Sesión 7: Biografías fronterizas multisituadas y dispositivos de control espacial en América Latina: aproximación crítica desde el retorno.

Gabriela Pinillos  (México)

Profesora en el tema de Gobernanza en nivel licenciatura y maestría en la Universidad Iberoamericana. Su línea de investigación se centra en comprender la relación entre movilidad y ciudadanía en diferentes contextos en México y Colombia. Consultora. Integrante del Grupo de Estudios Fronterizos de la UACM y del GT-CLACSO Migraciones y Fronteras Sur-Sur. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México Nivel C.

22/11/2023 

Sesión 8: Estudio de las fronteras desde la frontera norte, aproximaciones socioculturales.

Lorenia Urbalejo Castorena (México)

Desde 2008 ha impartido clases a nivel licenciatura y posgrado. Actualmente se desempeña como investigadora en el Instituto de Investigaciones Culturales- Museo de la UABC, donde coordina la maestría en estudios socioculturales. Sus temas de investigación son: estudio del espacio urbano y la frontera, migración, etnicidad, y jóvenes como sujetos políticos. Pertenece al Cuerpo Académico: Identidades, fronteras y poscolonialismo. 

06/12/2023

Sesión 9: Imaginarios  y representaciones sociales de las movilidades transfronterizas. 

Yolanda Alfaro ( Bolivia)

Socióloga. Investigadora asociada al Centro de Estudios Superiores Universitarios- Universidad Mayor de San Simón  (CESU-UMSS). Sus actuales líneas de investigación son: migraciones intrarregionales y transfronterizas en la región andina y (re)producción y (re)representaciones narrativas de las fronteras. 

07/02/2024

Sesión 10: Presentación de trabajos de participantes del seminario.

28/02/2024

Sesión 11: Conclusiones y entrega de textos.

Seminario Permanente de Estudios Fronterizos

Agosto 2023- febrero 2024.

Modalidad híbrida.

Lugar para las sesiones presenciales: CIDE.

Horario: 10 a 12 hrs. CDMX.

Sesiones abiertas a estudiantes de posgrado.

Informes: estudiosfronterizos.org@gmail.com


Qué viene después del Título 42 en la frontera México-Estados Unidos*

La pregunta del millón es qué va a pasar en los siguientes meses en la frontera México-Estados Unidos mientras se restablece un poco el orden (si es que existe alguna vez dicho orden en esta frontera tan caótica en términos generales) que asumo debe traer consigo el tránsito del Título 42 al Título 8 en todos los niveles de la política migratoria fronteriza y en la reacción de las personas migrantes que esperan en la frontera norte de México. La respuesta, como todo lo que sucede entre ambos países, es incierta para quienes nos dedicamos a estudiar las fronteras geopolíticas, eso no me impide poder visualizar algunos escenarios para el corto plazo que no son nada alentadores para las personas que esperan, confían, que el Título 8 será mejor que el 42.

El primer escenario ya lo empezamos a ver desde hace unos días: la militarización de las frontera entre ambos países. Joe Biden, presidente estadounidense, decidió enviar más de mil elementos del ejército a la frontera sur de Estados Unidos, al tiempo que el gobernador de Texas, Greg Abbott, propone una fuerza fronteriza especial para blindar-militarizar la frontera con la intención de disuadir a las personas varadas en el norte de México que esperan cruzar al país vecino previo a que concluya la medida sanitaria impuesta por Donald Trump durante la pandemia (Título 42). Medida que inició en 2020 y permitía la deportación en caliente de personas solicitantes de refugio que intentaban cruzar de forma irregular la frontera terrestre entre ambos países. Mientras la política migratoria mexicana desde el inicio de este sexenio ha consistido en una política policial de la migración a cargo de la Guardia Nacional.

A partir de 2018, con la llegada de las caravanas migrantes centroamericanas que cruzaron México de sur a norte, el limbo administrativo que se vivió durante la transición entre una administración y otra, sumado a la firma del Pacto Global de Migración, que apuntaló la migración (mundial) ordenada, regular y segura, observamos un aseguramiento de las fronteras a cargo de la Guardia Nacional que persiste a la fecha:

Para enero de 2022, el gobierno mexicano había desplegado 28 mil 397 elementos para la ejecución del Plan de Migración y Desarrollo en la Frontera Norte y Sur, de los cuales 13 mil 663 corresponden al Ejército, 906 a la Marina y 13 mil 828 a la Guardia Nacional, lo que corresponde al 48.7% del total de elementos desplegados (Moncada y Rojas, 2022, p. 38).

En 2021, durante el sexenio de López Obrador también se firmó el Entendimiento Bicentenario un plan de acción que sustituye a la Iniciativa Mérida, aunque el objetivo es el mismo: resguardar la frontera con la intención de “disminuir las adicciones y los homicidios, el tráfico de armas, personas y drogas, entre otros objetivos prioritarios y comunes” (SRE, 2021).

El segundo escenario consiste en el encarecimiento y la peligrosidad de nuevas rutas de movilidad humana, muchas de ellas cooptadas por el crimen organizado y, que obviamente, no disuaden ni impiden que las personas decidan dejar sus países de origen. Los flujos migratorios cada vez se desplazan desde lugares más remotos, como el Daríen, y triplican el trayecto que anteriormente hacían exclusivamente las personas provenientes de centroamérica.

El tercer escenario es que hay más personas en las fronteras en situación de limbo administrativo y son más las fronteras territoriales en general en las que se están promoviendo estas dinámicas de abandono como medida para disuadir a las personas en tránsito con la intención de que no se queden en los países, como México, porque sus gobiernos han adoptado una política migratoria de omisión, negligencia y corrupción.

El cuarto escenario consiste en un estira y afloje al interior de cada uno de los gobiernos: la pregunta es qué partido podrá capitalizar mejor y acorde a sus intereses de campaña el fenómeno migratorio. En Estados Unidos todo apunta a que serán los republicanos (y quizá el regreso de Trump a la presidencia) quienes se lleven las de ganar dada la falta de pericia política de Joe Biden para atender el tema migratorio. Desde mi perspectiva, Biden debió quitar el Título 42 una vez que ocupó la presidencia, por lo menos es lo que se esperaba del demócrata y esas fueron las señales de Kamala Harris al inicio de su gestión. Ahora ya es muy tarde y anunciar el fin del título 42 a la par de que la OMS anuncia el fin de la emergencia sanitaria covid19 complicó mucho la escena fronteriza y su futura reelección.

Contrario a lo que pasó en Estados Unidos, México capitalizó muy favorablemente el fenómeno migratorio beneficiando a los connacionales con toda la intención de atraer más remesas. De ahí que la política migratoria de omisión, negligencia y corrupción para el resto de las personas en tránsito no sea casualidad. Desafortunadamente la poca disposición de López Obrador a dialogar con la sociedad civil y la academia hicieron que el problema migratorio escalara a situaciones lamentables donde las personas migrantes han perdido la vida en manos de los propios responsables de velar por sus derechos, como sucedió hace unos meses en la estación migratoria de Ciudad Juárez.

¿Qué viene después del título 42? Nada alentador porque la situación en la frontera México-Estados Unidos es muy similar a lo que sucede en el resto del mundo. La militarización de las fronteras en general es parte de la política fronteriza mundial. Una política que en nombre de la gobernanza global de las migraciones solo atiende a los intereses particulares de las empresas coludidas con los responsables de velar por la seguridad del estado global (véase el caso de Frontex en la Unión Europea).

Muchos y muy variados esfuerzos se hacen cada día desde la sociedad civil y la academia, creo que es necesario seguir impulsando el diálogo con gobierno y no solo esperar a que llegue el 2024 y un nuevo presidente. Lo que observamos ahora en la frontera México-Estados Unidos es un escenario cíclico, se renueva cada tanto y quizá sea momento de voltear a ver cómo se sucedieron los eventos en el pasado. Sin duda la reconstrucción del tejido social en el mundo sigue siendo un tema pendiente de alcances mayores, pero mientras el tecnocapitalismo siga alimentándose de la migración no habrá política fronteriza que alcance.


*Este texto lo publiqué primero en mi sitio personal: roxanarodriguezortiz.com

I don’t lie, my friend

Durante estas noches de invierno he pensado en Meherban. La última vez que lo vi, la cosa no pintaba bien.

En mayo del año pasado yo había llevado a mi hija a coger hojas de morera en Lluis Llansà y Valencia. Él hablaba por teléfono. Una familia lo esquivó. No quise que la pequeña cogiera miedo y permití que él se acercara. Le sentí tufo a cerveza cuando se presentó en inglés: pakistaní con estatus de refugiado pero sin lugar donde dormir. No había comido ese día. I don’t lie, my friend, me dijo. Le di 10 euros. Pensé en albergues, en la Fundación Arrels, en lo fácil que sería ayudarle. Le pedí su número de teléfono.

Un par de días después nos vimos en Joan Miró. Había gastado cinco euros en darse una ducha en el piso de unos bengalíes. Me permitió tomar notas. Agradecía que España no lo deportara, pero estaba cansado de ir a una oficina de Zona Franca en la que le informaban que no quedaban plazas —en parte por la situación del virus—, y que ya lo llamarían.

Hablamos del hambre. En Grecia había aguantado seis días casi sin comer hasta dar con un manzano, junto a un arroyo. Tras dejar su país, pasó por Irán y Turquía. Me habló de Milán, de Francia, de su llegada a Barcelona el 11 de noviembre de 2019.

En su móvil, Meherban también me enseñó visados de ingresos al Reino Unido. Eran de su vida de antes, de cuando hacía turismo. Su padre había sido un hombre rico. Murió por una picadura de serpiente dos meses antes de que él naciera. Lo llamaron Meherban, que en urdu significa “amigo”.

Tiempo después me contó que en Pakistán había aportado para la construcción de un hospital y otras obras. Me enseñó una carta firmada por una autoridad de su villa en la que se aseguraba, “a quien corresponda”, el buen “carácter moral” de Meherban, “trabajador social en su comunidad, activo y honesto”. Ese mismo día me habló de Liz, una amiga inglesa que hace poco le propuso que se casaran. Me dijo que no podía hacerlo porque él seguía amando a su mujer.

Para poder llevarlo a un albergue, me urgía preguntar antes por el alcohol. Me dijo que algunas noches pensaba y pensaba en su vida de antes y no podía dormir. La cerveza le ayudaba.

Los de Arrels no lo encontraron en el portal de Entença donde se acurrucaba algunas noches. Se perdieron las semanas y los intentos. Viajé por vacaciones y, tras regresar, charlé con él por última vez. Se había rapado la cabeza, estaba muy delgado —tan distinto al de la foto de su visado británico—, y había empezado a colaborar en un huerto urbano en la Avenida de Roma. “Quiero llenar de huertos toda Barcelona”, me dijo. Por primera vez sentí que su lucidez flaqueaba.

Una sola vez, quebrándose, me habló del grupo Talibán que le había pedido su propiedad para montar un centro de entrenamiento. Él se negó diciendo que su jihad era respetar la vida, que dura poco, como una flor. Algo de lo que prefiere no hablar sucedió con los Talibán, su esposa y sus hijos. El ejército de Pakistán, al que él considera el mejor del mundo, le ayudó a salir. Una niña suya tenía la edad de la mía.

Tiempo después de ese último encuentro, en otoño, su teléfono dejó de recibir mensajes. Hace unos días confirmé que su nombre sí consta entre los donantes de una fundación pakistaní hasta 2016. He ido a buscarlo en sus calles, sin suerte. La cosa, que no pintaba bien, iba a terminar aquí.

 Sin embargo, hoy —no miento—, acabo de recibir este mensaje de uno de los voluntarios del huerto urbano: “Soy Xavi de Germanetes (Jardins Emma). Las noticias son buenas. En octubre/noviembre Mehrban consiguió un piso con el tema de la petición de asilo”. Le han ayudado los de esa oficina de Zona Franca.

¿Cómo será su nuevo lugar? ¿Cómo habrán sido estos meses? Ya se lo preguntaré; Xavi me ha compartido el nuevo número de Mehrban. Hace unas semanas, ya casi sin esperanza, compré unos saquitos de té que prometen “sabor paquistaní”. Uno de estos días podríamos reunirnos los tres para probarlo y ponernos a charlar.

Leonardo de la Torre Ávila