¿Quién es la frontera?

Por: Laura Viridiana Orosco Martínez1

Entonces era yo quien tejía

el transcurso de las horas

en las habitaciones silentes

de la casona.

Rosario Sanmiguel 

 Yo soy la frontera y mi odisea no comenzó el día que nací y crucé a mi madre, sino desde el instante mismo que nos comenzamos a habitar. Soy el límite, el paso, los cuerpos, la sangre, el río que fluye; soy el color de la piel, el sexo-género, el muro que une y separa; soy el coyote, la selva, el desierto que quema y congela; soy la muerte, el pensamiento y los afectos.

 A veces soy gris, rígida, y ausente, otras veces flexible, presente y atemporal; soy la posibilidad, un tercer mundo, el encuentro, un lugar—no lugar de resistencia, de violencia, de lo colectivo, de la exclusión; soy este y otros cuerpos parias que me permiten ser éstas y otras fronteras.

En filosofía me desplazo entre la deconstrucción, la ontología, la estética, la fenomenología o la epistemología; en la poesía de Somaia Ramish o Gloria Anzaldúa. Me desplazo entre las melodiosas canciones de Cachirula y gustar de leer o contemplar las rosas amarillas en un florero. Me desplazo entre el Yuhualixqui y Xaltepec, entre la frontera que soy y el mundo que se me da como fenómeno. Me deconstruyo, me tejo como el rebozo o el telar; he sido y soy el hilo mismo que crea patrones, caminos, geografías; soy lo feo y lo bello por mi propia inmanencia en los que me habitan y habito.

Soy el ser de paso, tú y lo otro. Somos en el encuentro, en el tejido de las formas, de la lengua, del pensamiento; soy el límite y la frontera.


  1. Laura Viridiana Orosco Martínez es estudiante de la Licenciatura en Filosofía e Historia de las Ideas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Este texto fue presentado como parte de las conclusiones del Seminario Permanente de Estudios Fronterizos “Filosofía Orientada a la Frontera. «Entre» lo real y lo ficcional”, impartido por Roxana Rodríguez Ortiz, semestre 2025-I ↩︎