Modelo epistemológico de la frontera

El principal aporte que he realizado a los estudios críticos de frontera consiste en el modelo epistemológico de la frontera. Este modelo lo propuse después de analizar comparativamente la literatura chicana y la literatura del norte de México (Rodríguez Ortiz, 2013b); proponer el devenir (y representación) del sujeto fronterizo (Rodríguez Ortiz, 2013a) en ser de frontera (ontología política); cruzar distintas fronteras geopolíticas en diferentes continentes (Rodríguez Ortiz, 2016); y participar activamente en incidencia política en México de 2013 a 2018 (Rodríguez Ortiz, 2020a).

La hipótesis del modelo epistemológico consiste en estudiar la(s) frontera(s) geopolíticas como la (im)posibilidad dialógica del encuentro con lo otro. Con base en esta hipótesis para mí resulta indispensable diferenciar entre estudios fronterizos y estudios migratorios, dado que el campo de estudio de las fronteras es delimitado (zonas de convivencia fronteriza), aunque puede ser a su vez efímero (zonas de convivencia en limbo administrativo, como Calais, Idomeni, Monte Gururú), mientras que los estudios migratorios normalmente analizan el fenómeno de la movilidad humana desde diferentes ámbitos (origen-destino; tránsito-retorno; interno-externo).

El modelo epistemológico de la frontera es aplicable para las zonas de convivencia fronteriza, no necesariamente para las comunidades de tránsito o destino, a menos que el destino final (ejemplo Tijuana-San Diego) o el de tránsito (ejemplo Nador-Melilla) sea una ciudad fronteriza, ya que fue pensado para proponer modelos de sociedad y políticas públicas (Rodríguez Ortiz, 2014) basados en prácticas transnacionales, transculturales y transfronterizas, entre quienes habitan las zonas de convivencia fronteriza (incluso aquellas que están en limbo administrativo), o las comunidades receptoras de personas migrantes y refugiadas.

El modelo epistemológico de la frontera es, a su vez, una propuesta teórico metodológica que forma parte de los estudios críticos de frontera, pues estos sitúan el análisis de las fronteras geopolíticas en la articulación de las epistemologías fronterizas, incluyendo los estudios fronterizos comparados.

Las perspectivas de abordaje para el modelo epistemológico de la frontera son las siguientes:

  • Delimitación de fronteras geopolíticas.
  • Categorías de análisis.
  • Metodología matricial.
  • Narrativas fronterizas.

Delimitación de fronteras geopolíticas

Las fronteras, según Foucher, funcionan en diferentes escalas aunque éstas no siempre son complementarias. En este sentido, el geógrafo francés afirma que las fronteras deben ser consideradas como instituciones territoriales cuyos límites abarcan: 1) la escala del Estado, nacional o plurinacional; 2) la escala interestatal; y 3) la escala regional o local. La primera hace referencia a los límites jurisdiccionales del Estado; la segunda al orden internacional e incluso de seguridad nacional (quiénes son nuestros adversarios); y la tercera a lo simbólico, es decir factores de diferenciación: identidad, lenguaje, costumbres, culturas (Rodríguez Ortiz, 2014: 28-29). Con base en esta propuesta de análisis, las tres características de delimitación de fronteras geopolíticas que le dan consistencia y completud al modelo epistemológico de la frontera son las siguientes:

  1. Procesos de anexión y ocupación.
  2. Distinta lengua.
  3. Diferente religión.

Las zonas de convivencia fronterizas que he estudiado, aquellas que le dan consistencia y completud al modelo epistemológico de la frontera, están compuestas por tres tipos de fronteras: una frontera geopolítica que surge como resultado de un proceso de anexión y ocupación e incluye formas de fronteras internas y externas. Una frontera lingüística en la que, al hablarse una lengua distinta entre uno y otro lado, da paso al nacimiento de una tercera lengua, como el spanglish en la frontera México-Estados Unidos o el portuñol en dos de las cuatro triples fronteras que existen en América del Sur (ya sea entre Argentina, Brasil y Paraguay o entre Argentina, Brasil y Uruguay). Una frontera religiosa donde se practique una religión diferente de uno y otro lado de la frontera geopolítica (sobre esta frontera tengo pocos avances a la fecha). Tres son las zonas de convivencia fronteriza en las que he realizado observación participante y cumplen con los tres tipos de fronteras (geopolítica, lingüística y religiosa): la frontera México-Estados Unidos, la frontera Marruecos-España y la frontera Israel-Palestina (la más emblemática para mí de las tres)

Categorías de análisis

Identificadas las fronteras de estudio, el segundo momento de diseño del modelo epistemológico de la frontera consiste en la composición de las categorías de frontera. Esta composición es en sí misma una tipología y una semántica que involucra fenómenos disímiles y perspectivas interdependientes. Esta composición es el entrelazamiento de la frontera basado en un ejercicio deconstructivo que se sustenta en diferentes niveles de abstracción y enfoques disciplinares, como el etimológico, genealógico, deontológico, epistemológico, ontológico, estético, político, ético.

Para lograr esta composición fue necesario establecer la relación que guarda el concepto-frontera con la historia, con la ciencia, con el Estado-nación (específicamente con las categorías que enaltece: ciudadanía, la soberanía y el territorio), con la ontología, con la geopolítica, con la estética, con la epistemología, con la literatura, con los estudios culturales, con los estudios de género, con la ecología, con la escritura y con un sinfín más de posibilidades de relación.

La abstracción e inventiva de esta partitura (ejecuciones, casi siempre performativas, de lo real) en la que se dan relaciones entre objeto-objeto, se sintetizan, hasta ahora, en doce categorías que describen, interpretan, traducen los acontecimientos, las experiencias, los fenómenos y los objetos a partir de los cuales podemos proponer teoría.

Las doce categorías, en el orden en el que las fui desarrollando, son las siguientes: 1. Frontera sociohistórica; 2. Frontera de la securitización; 3. Frontera glocal; 4. Frontera Subjetiva; 5. Zonas de convivencia fronteriza; 6. Zonas de convivencia en limbo administrativo; 7. Frontera horizontal; 8. Frontera vertical; 9 Frontera hospitalaria; 10. Frontera interregional; 11. Frontera interna; 12. Frontera ecológica.

A continuación presento cada una de ellas de lo general a lo particular:

  • Zonas de convivencia fronteriza: el espacio territorial que comparten dos o más comunidades que pertenecen a dos o más países y cuyas delimitaciones geopolíticas están dadas de forma artificial; por lo tanto, la convivencia se establece, a pesar de los controles de seguridad, en función de los usos y costumbres, ya sea de intercambio comercial, cultural, simbólico o histórico (Rodríguez, 2016, 2020a, 2020b).
Ilustración 1. Zonas de convivencia fronteriza entre México y Estados Unidos. Imagen: Internet. El gusano amarillo para mí son las zonas de convivencia fronteriza y zonas de convivencia en limbo administrativo. La línea negra es la división territorial entre un país y otro. El modelo epistemológico, por lo tanto, se desarrolla en y a partir de las zonas de convivencia fronteriza.
  • Zonas de convivencia en limbo administrativo: lugares que en un principio fueron solo de paso y posteriormente se convirtieron en limbos administrativos, dado que los gobiernos por un tiempo determinado hicieron caso omiso de lo que ahí sucedía (Rodríguez, 2016, 2020a, 2020b).
  • Frontera sociohistórica: se refiere a aquellas fronteras que se han desarrollado a lo largo del tiempo en una geografía específica y en función de la transformación social y política de los Estados. Esta categoría es estudiada casi siempre en sentido genealógico, desde el establecimiento de las fronteras en la antigüedad hasta la época actual, por lo que considero necesario incorporar una clasificación geopolítica que no aluda necesariamente al estudio cronológico lineal de su conformación, pero que sí se vincule con momentos históricos importantes como las colonizaciones, las guerras de independencias, los proyectos anexionistas y los proyectos de ocupación (Rodríguez, 2014).
  • Frontera subjetiva: se refiere a aquellas fronteras que se desarrollan no solo a partir de la convivencia con el otro sino también con base en las transformaciones que experimentan los sujetos a nivel de agencia política.Para ello considero importante identificar las fronteras lingüísticas, las fronteras religiosas, las fronteras políticas; algunos autores también se refieren a las fronteras culturales, fronteras étnicas, o incluso a las fronteras urbanas versus las fronteras rurales. Mi interés principal hasta ahora ha sido entender y conceptualizar las fronteras filosóficas, las fronteras literarias, las fronteras psíquicas, las fronteras corporales (Rodríguez, 2013a, 2013b, 2014).
  • Frontera de la securitización (el uso del neologismo es intencional): se deduce de la necesidad de resguardar el territorio de los “bárbaros”, “terroristas”, “refugiados” o “migrantes sin papeles”, mediante fortificaciones tecnológicas, cercas, muros, barreras, mallas, vallas, sensores de calor y movimiento, y demás recursos materiales que inhiban la intención de ser cruzadas. Para ello, los gobiernos destinan un amplio porcentaje del gasto público para su militarización. Esta categoría incluye aquellas fronteras geopolíticas (internas y externas). La categoría de la frontera de la securitización incorpora el glosario previamente empleado para ello:frontera natural, frontera artificial, frontera científica, frontera de tensión, frontera de expansión, frontera de presión, frontera inteligente, frontera militar (Rodríguez, 2014, 2016, 2020a, 2020b).
  • Frontera glocal (el juego lingüístico de lo global-local es intencional): incorpora otras tipologías además de las ya mencionadas y engloba las fronteras económicas, fronteras del derecho (internacional), fronteras geopolíticas, fronteras supranacionales, la teoría transnacional, la teoría transfronteriza y los modelos de sociedad. De tal forma que esta categoría, a su vez, permite analizar y yuxtaponer las distintas instituciones, y capacidades y fenómenos que circunscriben al actual (y en transición) Estado-nación como ciudadanía, territorio, soberanía, democracia, autoridad, jurisdicción, fenómenos migratorios y políticas públicas (Rodríguez, 2014, 2016, 2020a, 2020b).
Ilustración 2. Cartografía de las fronteras, 2016. Diseño y conceptualización: Roxana Rodríguez Ortiz.
  • Frontera horizontal: las que están vinculadas a la jurisdicción de los Estado-nación, ya sea de forma binacional como sucede entre México y Estados Unidos, o de forma multinacional e intercontinental como sucede entre Europa, África y Medio Oriente (especialmente los países que conforman la Liga Árabe) (Rodríguez, 2016, 2020a, 2020b). 
  • Frontera vertical: las que están trazadas en el imaginario colectivo de quienes cruzan ya sea un país, forman parte de la frontera subjetiva y la frontera glocal (como los y las migrantes centroamericanos que solo cruzan México, un territorio de 32 entidades federativas que mide casi lo mismo que la parte occidental del continente europeo), o varios países europeos (como lo hacen las personas solicitantes de refugio provenientes de Siria), algunos pertenecientes al espacio Schengen, como son Grecia, Hungría, Austria, Alemania, y otros países que no tienen la facultad de libre tránsito (la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), Albania y Bulgaria) (Rodríguez, 2016, 2020a, 2020b).
  • Frontera hospitalaria: Pensar, imaginar, una frontera hospitalaria se convierte en el primer momento de la culminación de una larga investigación. A lo que nos convoca ahora una frontera de puertas abiertas es a implementar modelos de sociedad, armonizados con la política igualmente hospitalaria, que se traduzca en derechos sociales para las personas migrantes y refugiadas en materia de salud, educación, vivienda y trabajo (Rodríguez, 2020a).
Ilustración 3. Frontera interregional, 2019. Diseño y conceptualización: Roxana Rodríguez Ortiz.
  • Frontera interregional: Esta categoría de frontera interregional la desarrollo una vez que el actual gobierno mexicano decide en 2019 internalizar el un “cuello de botella” del fenómeno migratorio (en tránsito) en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Previo a ello, con el Programa Frontera Sur (2014), ya se había desplazado del norte de México a Tapachula, Chiapas, y Tenosique, Tabasco. Y es con la llegada y cruce de las caravanas migrantes de 2018-2019, y con base en los acuerdos entre Estados Unidos y México para evitar que las personas migrantes continentales y transcontinentales lleguen a Estados Unidos, que se decide internalizar el control migratorio con el supuesto de “regularizar” la situación de las personas en tránsito (Rodríguez, 2020a).
  • Frontera ecológica: esta categoría deviene de la investigación que estoy realizando actualmente que denomino ecología del afecto. La ecología del afecto consiste en desplazar el estudio del ser humano en sus diferentes manifestaciones antropológicas, biológicas y sexo-genéricas con la intención de proponer epistemologías plásticas que deconstruyan el antropoceno y capitaloceno. La frontera ecológica es precisamente la categoría de la experiencia del no-pasar en donde el límite no solo no existe, sino que no se piensa; de ahí que esta categoría estudie los otros seres y objetos que habitan las fronteras geopolíticas y que son inmunes a la artificialidad y control de éstas (Rodríguez, en prensa).
Ilustración 4. Frontera ecológica. La Jolla, 2023. Fotografía: Roxana Rodríguez

Otras categorías

A la par de desarrollar las 12 categorías arriba mencionadas, también he trabajado con las siguientes categorías complementarias:

Autoinmune (prácticas): triple suicidio. Cuando un cuerpo se empeña en destruir su propia protección. Para explicar este triple suicidio es pertinente distinguir entre la función de inhibir el sistema inmune para que el cuerpo afectado acepte al “intruso” mediante el empleo de un inmunodepresor (pienso, por ejemplo, en un trasplante de corazón), mientras que la autoinmunidad consiste en eliminar las defensas inmunitarias al momento en que el cuerpo se protege contra su propia autoprotección. Derrida ejemplifica este triple suicidio cuando deconstruye el evento simbólicamente nombrado 9/11 (ataque a las Torres Gemelas, ocurrido en 2001) y analiza las causas que provocaron un “acto de terrorismo internacional” cuyo “verdadero ‘terror’ consistió (y comenzó efectivamente) en exponer, en explotar, en haber expuesto y explotado su imagen por parte del propio objetivo del terror” (Borradori, 2003: 160). (Rodríguez, 2020a, 2020b, 2020c)

Borderización: una categoría que desarrolla Achille Mbembe (2011) a partir de la categoría de biopoder de Foucault. Mbembe se refiere a la fronterización/borderización como el control de los cuerpos, mediante el empleo de la tecnología (hardware militar) en los cruces fronterizos. Dicha borderización recupera, desde mi perspectiva, dos momentos del biopoder: la “irrupción de la naturalidad de la especie dentro de la artificialidad de una relación de poder” (Foucault, 2008, p. 36); “el liberalismo como marco global de la biopolítica” (Foucault, 2012, p. 35). Ambas acepciones de la biopolítica están íntimamente ligadas con el proceso autoinmune dado que, por una parte, se refiere a “una técnica política” para controlar el medio; mientras que, por otro lado, se refiere a la racionalización del ejercicio del gobierno con el liberalismo como directriz ideológica (Rodríguez 2016, 2020a, 2020b, 2020c).

Comunidades revocadas: asentamientos de personas en tránsito que ante la imposibilidad de cruzar la frontera (por ejemplo, en las fronteras norte de México) deciden esperar a tener mejores condiciones ya sea para continuar su camino o para residir en otro país que no sea el de destino y desarrollan un tipo de ciudadanía nómada al apropiarse de los diferentes espacios, herramientas y habilidades para hacerse ver, escuchar, contribuir y colaborar en las zonas de convivencia fronterizas que habitan, aunque temporalmente se encuentren en situación de limbo administrativo. ejemplo de ello son la “Little Haití”, la “Little Cuba” o la “Little Venezuela” en las fronteras norte de México (Rodríguez, 2020a).

Estudios Críticos de Frontera: Análisis transdisciplinar de la frontera (como categoría) que difiere el límite (geopolítico y territorial) en dimensiones lógico, a-temporales y espaciales, específicamente las que se refieren a la experiencia del no-pasar o de la frontera como aporía. Análisis híper e intertextual de la articulación de otras disciplinas que ponen en el centro del estudio las fronteras como límites territoriales entre un país y otro. Deconstrucción de las narrativas que circunscriben la imposibilidad de cruzar fronteras como mandato condicionado del derecho internacional.

Externalización fronteriza: Desplazar el cierre y militarización de los límites territoriales entre países que, previo convenio con los gobiernos con lo que comparten las fronteras, funcionen como cuellos de botella en los diferentes tramos del trayecto de las personas en tránsito para disuadirles y evitar que lleguen a su destino final. Por ejemplo, militarizar la frontera sur de México, impedir la entrada de personas en tránsito al país para evitar que lleguen a la frontera sur de Estados Unidos. (Rodríguez, 2016, 2020c).

Frontera: según Jacques Derrida, “la frontera designa, de forma casi estricta si no propia, esa linde espaciadora que, en una historia, y de forma no natural sino artificial y convencional, nómica, separa dos espacios nacionales, estatales, lingüísticos, culturales” (Derrida, 1998: 72-73).

Metodología matricial

Además de las categorías desarrolladas para el modelo epistemológico de las fronteras, también desarrollé una metodología matricial (planos de contenido basados en redes de significación) de análisis del fenómeno fronterizo que se divide en dos, matriz temática o matriz conceptual (Rodríguez 2014, 2016, 2020a, 2020b, 2020c).

  • Las matrices temáticas tienen como objetivo: a) evaluar esquemas de indicadores transversales, b) esbozar un panorama general de la problemática estudiada, c) construir enunciados formales de aplicación práctica (proposiciones, ya sean estrategias, metas, políticas) a partir de las redes de significación.
  • Las matrices conceptuales tienen como objetivo: a) establecer proposiciones de contenido basadas en categorías analíticas previamente elaboradas, b) enunciar los puntos diegéticos teoréticos, c) esbozar las lógicas transformadas en el horizonte de posibilidad teórico a partir de las redes de significación.

En ambos casos (matrices temáticas y conceptuales), las redes de significación constituyen las referencias transversales representadas al interior de las celdas de la matriz, que pueden estar enunciadas ya sea por una serie de conceptos o con datos. Esto no significa que el análisis se piense de lo general a lo particular o viceversa, ni que las redes de significación sean las definiciones de los planos de contenido. Las redes de significación, en todo caso, son asociaciones abstractas que cada investigador determina en una matriz transversal.

Narrativas fronterizas

Los retos de la escritura creativa para quienes hemos crecido escribiendo en la academia son muchos y diversos, desde dejar de citar las fuentes hasta desprenderse de la estructura clásica de un ensayo (I+D+C). Los ejercicios de escritura colectiva toman su tiempo, escucha, diálogo y particularmente una metodología de trabajo (Alfaro, Rodríguez, 2023).

Mi motivación para emprender este apuesta creativa (asumiendo un posible fracaso desde el inicio) consistió en transitar a otro tipo de escritura académica basada en lo que denomino filosofía ficcional. Un ejercicio de escritura más cercana al de la escuela francesa del siglo XX (Derrida, Nancy); una escritura que no se regodea en el rigor académico, sino que deviene escritura y la escritura, a su vez, deviene pensamiento y acción.

En resumen, el modelo epistemológico de la frontera consiste en un pantone conceptual, metodológico y de categorías analíticas; un ejercicio teorético que me ha permitido corroborar la pertinencia de pensar las fronteras como espacios donde se establecen relaciones ontológicas que dan cauce a nuevas epistemes locales, donde lo ético y lo estético difícilmente es considerado por quienes redactan las políticas fronterizas y migratorias, no así por quienes resisten la inercia de la globalización. 

Referencias:

Alfaro, Y. y Rodríguez, R. 2023. Venida sin paso. Narrativas fronterizas desde Nuestra América. Argentina: CLACSO.

Arteaga, E. y Rodríguez, R. 2020c. Tensiones y porosidades. Fronteras que resignifican la vida. México: UACM-Itaca. ISBN: 978-607-8692-19-4. Disponible en Amazon.

Arteaga, E., Oliva, M. y Rodríguez, R. 2017. Hospitalidad y Ciudadanía. De Platón a BenhabibMéxico: UACM-Itaca. ISBN: 978-607-9465-36-0. Disponible en Amazon.

Rodríguez. R. 2020a. Migración cero. Reterritorializar la condición de refugiado en México. México: Bajo Tierra.

Rodríguez. R. 2020b. “Los Estudios sobre fronteras internacionales desde una perspectiva comparativa”. En Coraza, Lastra (eds.) Miradas a las migraciones, las fronteras y los exilios. Buenos Aires: CLACSO.

Rodríguez. R. 2016. Cartografía de las fronteras. Diario de campo. México. Disponible en Amazon.

Rodríguez. R. 2014. Epistemología de la frontera. Modelos de sociedad y políticas públicas. México: Ediciones Eón / UTEP. ISBN: 978-607-8289-69-1. Disponible en Amazon.

Rodríguez. R. 2013a. Cultura e identidad en la región fronteriza México-Estados Unidos: Inmediaciones entre la comunidad mexicoamericana y la comunidad fronteriza. México: Ediciones Eón / UTEP. ISBN: 978-607-8289-37-0. Disponible en Amazon.

Rodríguez. R. 2013b. Alegoría de la frontera México-Estados Unidos: Análisis comparativo de dos literaturas colindantes. México: Ediciones Eón / UTEP. ISBN: 978-607-8289-38-7. Disponible en Amazon.  


Para citar:

Rodríguez Ortiz, R. (10 julio 2023). Modelo epistemológico de la frontera estudiosfronterizos.org https://estudiosfronterizos.org/2023/07/10/modelo-epistemologico-de-las-fronteras/