Continuando con el seguimiento de la política migratoria y fronteriza de este sexenio, dos eventos llaman la atención de la aplicación de éstas tanto en el norte como en el sur: estímulos fiscales y aumento salarial en el norte; política de puertas abiertas temporal y de colocación de empleo para personas migrantes centroamericanas que optaran por registrarse ante el INM en el sur.
Frontera norte
A principios de 2019, AMLO ofreció una política económica clara en la frontera norte que consiste en estímulos fiscales: reducción del Impuesto al Valor Agregado (del 16% al 8%) y disminución del Impuesto Sobre la Renta (del 30% al 20%); y aumento del 100% del salario mínimo en los municipios de lo que se denominó la Zona Libre Frontera Norte, la más grande a nivel internacional, y no es casualidad pues son 3194 km de zona de convivencia fronteriza entre México y Estados Unidos.

La propuesta no es nada innovadora, en sexenios anteriores se han implementado políticas similares con la intención de incentivar la inversión extranjera en la franja fronteriza del norte de México; sin embargo, los resultados a nivel de derechos sociales de las obreras (mujeres en su mayoría por el perfil ya bastante estudiado por diferentes teóricos) no han sido directamente proporcionales a las ganancias que obtienen los dueños de las fabricas de la maquila (maquiladoras).
En la región fronteriza se observa un auge económico significativo desde los años sesenta del siglo pasado hasta principios de este siglo debido a la incorporación de diferentes programas que buscaban la industrialización de la frontera norte de México por dos motivos principales: ofrecer fuentes de empleo para los migrantes repatriados, al finalizar el Programa Bracero; así como impulsar el comercio interno y externo, principalmente con Estados Unidos. De tal suerte, se crearon, por un lado, el Programa de Industrialización Fronteriza (PIF) para solucionar el problema de desempleo y, por otro, el Programa Nacional Fronterizo (PRONAF) para sanear la economía de la frontera.
https://roxanarodriguezortiz.com/2013/04/17/flujos-migratorios-y-fuerza-labor-al-transformacion-cultural-y-redefinicion-de-las-identidades-en-la-frontera-mexico-estados-unidos/
Si revisamos la historia de la maquila desde los años 60 del siglo xx en el norte de México, entenderemos que la zona libre es un paliativo o, como dicen algunos, un pacto de gobernabilidad del gobierno actual para que las principales limitantes de la inversión en el norte del país (violencia, crimen organizado) no sean un impedimento. Sin embargo, se ha comprobado que dichas políticas económicas no han funcionado específicamente porque se dejó de utilizar materia prima mexicana y de incentivar el mercado interno, aunado a otros factores, durante cuatro generaciones de la industria de la maquila:
En términos históricos, las cuatro generaciones del modelo maquilador se dividen de la siguiente manera: La primera generación inicia con el PIF y predomina hasta los años ochenta (1965-1985); esta generación se caracteriza por realizar labores de ensamble simple en empresas de ropa, electrónicas y de servicios. La segunda generación de empresas, sobre todo de la rama automotriz y electrónica, están enfocadas a reducir desperdicios (lean production) mediante la incorporación de controles de calidad desde el diseño del producto; esta generación también cuenta con 20 años de experiencia y su auge se da con la firma del TLC (1985-2006). La tercera generación consiste principalmente en incentivar en un nivel local actividades de innovación y desarrollo, sobre todo en las plantas automotrices o en ramas electrónicas y aeroespaciales; sin embargo, esta generación, que surge en 1995 y forma parte de las políticas de desarrollo tecnológico del país, no ha podido desarrollarse completamente. Finalmente, al cuarta generación que dio inicio en el año 2000 está en etapa de gestación y consiste, principalmente, en la conformación y establecimiento de sedes regionales (“regiones globales”) que se encarguen de coordinar actividades de manufactura, investigación, compras y servicios, con la intención de descentralizar las actividades de las casas matrices y centralizar dichas actividades en los corporativos regionales (Carrillo, 2009: 86-94).
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Casi veinte años han pasado de esta cuarta o quizá quinta generación de la industria de la maquila en México, el contexto después del 2001 impactó el escenario global y se reforzó la securitización de la frontera entre México y Estados Unidos para las personas, no así para los flujos de capitales. El crimen organizado creció, las ciudades fronterizas se volvieron nichos de violencia y narcotráfico, lo cual ocasionó que en diferentes momentos casi se viviera en toque de queda en ciudades como Tijuana y Juárez. El trabajo en las maquiladoras disminuyó pero nunca faltó; sin embargo, los sueldos y las condiciones laborales se fueron precarizando:
Cuando te dan un contrato es para ensamblar y a veces te mandan hasta a lavar los baños, te mandan a barrer, te mandan a sacudir, o por ejemplo, la gente que trabajó en Panasonic la sacaron afuera, yo lo veía mal. Ahora lo estoy aceptando, pero por mi edad, porque batallé mucho para acomodarme en una fábrica. Ahorita yo, pues me dicen —ponte a barrer— ¡Ay Dios mío! Pues ni modo, me tengo que poner a barrer, no tengo de otra, si yo tuviera 16 o 17 años, les contestaba: —¿Por qué me voy a poner a barrer?—. Pero muchas veces uno se ve en la situación que está la persona y pues aunque conozca mis derechos, aunque yo sepa que es ilegal tengo que hacerlo, así muchas personas. En la maquiladora estamos muchas madres solteras que la necesidad nos hace aceptar todas las cosas, aunque no estén bien. (Solís, 2009: 204)
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En 2019 parecía que el escenario sería distinto pero muy pronto se desdibujó la sonrisa de los empresarios que decidieron no aumentar el salario mínimo a los obreros en Matamoros, Tamaulipas. Algunos amenazaron con irse del país si la huelga no terminaba, pero al poco tiempo empezaron a negociar con los obreros de la maquila para acordar los nuevos términos de sus contratos:
A seis días después de irse a paro un total de 27 de las 48 empresas maquiladoras frenadas en su producción llegaron a un arreglo con la parte sindical, reanudando esta misma tarde de jueves sus labores.
[…]
Con este acuerdo son 28 mil los trabajadores que han reanudado labores en las maquiladoras matamorenses que estaban paralizadas desde el viernes 25 de Enero.
https://www.elsoldemexico.com.mx/republica/sociedad/para-huelga-trabajadores-maquiladoras-matamoros-tamaulipas-2999027.html
No es la primera vez que en el norte de México los obreros de la maquila se van a huelga, pero sí es la primera vez que los empresarios reaccionan tan pronto y en favor de sus trabajadores a pesar de que muchos de los sindicatos de la zona son de cuello blanco.
Frontera sur
En la otra punta del México, en Tapachula, Chiapas, lo que me sorprendió gratamente hace un par de semanas, que incluso denominé frontera hospitalaria, una política migratoria de puertas abiertas, fue solo temporal y para contener la caravana de hondureños que llegó a nuestra frontera sur.
A la fecha, según información del INM, se han entregado 6,811 tarjetas de visitante por razones humanitarias a migrantes centroamericanos, y se han registrado 12,574 solicitudes de visitante por razones humanitarias de adultos migrantes. Sin embargo, hace un par de días concluyó el programa de recepción de migrantes centroamericanos:
En conferencia de prensa, el funcionario federal calificó como “todo un éxito” el gesto “extraordinario” de la nueva política migratoria del gobierno de López Obrador, que atendió a aproximadamente 12 mil 600 migrantes centroamericanos.
https://www.proceso.com.mx/569506/concluye-el-programa-de-recepcion-de-migrantes-centroamericanos-inm
Guillén López aseguró que concluye esta primera parte del programa, pero “tiene el propósito de tener una continuidad con nuevas modalidades y procedimientos”, luego de que hasta las 3 de la tarde del día de hoy, el gobierno de México extendió casi cuatro mil tarjetas de visitante por razones humanitarias.
Evidentemente, el flujo de personas migrantes en tránsito no disminuirá porque México cierre su frontera sur, una forma de aplicar la política de externalizar fronteras que tiene ya varios años en curso y que evita justamente que las personas centroamericanas lleguen al norte de México.
Otra medida que el gobierno mexicano ha implementando para evitar que las personas migrantes sigan subiendo por la frontera vertical en que se ha convertido el país, ha sido una manera de reforma laboral regional, que consiste en ofrecer empleo vía terceros a los y las centroamericanas en tránsito, situación que es preocupante porque justamente termina siendo un paliativo cuando no se ha previsto una política de acogida en la comunidad receptora que pueda evitar brotes de xenofobia al interior del país, como ya sucedió en Tijuana el año pasado.

Corolario
Aunado a lo anterior, y volviendo al norte, también en esta semana México empezó a recibir a las personas migrantes que esperan audiencia en Estados Unidos para realizar su solicitud de asilo, política de tercer país seguro que parece funcionar como un proyecto piloto, otro más de este gobierno:
The pilot program began Tuesday with one Honduran man crossing back to the plaza at El Chaparral where asylum seekers line up each morning to wait their turn in a months-long queue to ask the United States for protection. Those crossing back will face another wait in Tijuana until they cross on their court dates to see immigration judges in the U.S.
[…]
Immigration officials on both sides of the border said that 11 more returned on Wednesday. Activists and observers in the plaza said they counted at least 17 who had come back that day.
https://www.sandiegouniontribune.com/news/immigration/sd-me-remain-in-mexico-more-returns-20190130-story.html
Lo que puedo concluir es que no existe una política fronteriza integral ni clara para el próximo sexenio ni para el sur ni para el norte de México.
No se puede estar improvisando a ver qué si nos sale bien y qué mejor lo desechamos sobre la marcha cuando somos un país de migración constante y de todo tipo, pero especialmente porque no podemos regresar a la política de borderizar y securitizar las fronteras porque es más fácil que proponer modelos de sociedad ad hoc en las comunidades tanto de zonas de convivencia fronteriza, como en las comunidades receptoras de personas migrantes.
Mucho trabajo existe escrito y en la práctica sobre política migratoria y política fronteriza, aquí algunas propuestas para gobierno actual:
También es un reto proyectar la política publica en materia migratoria y fronteriza del país basada en garantizar los derechos humanos de las personas que migran, sean nacionales o no, por ello propongo dos acciones muy puntuales que deben aparecer en la redacción del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024:
https://estudiosfronterizos.org/2018/12/02/que-esperamos-de-la-politica-migratoria-y-fronteriza-en-la-administracion-de-andres-manuel-lopez-obrador/
1. El PEM debe continuar en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador sin duda alguna, pero lo central es preguntarnos en qué medida debe cambiarse para transformarse en una herramienta de una política pública que garantice los derechos humanos de las personas migrantes en general.
2. Redactar una política fronteriza clara, armonizada con las leyes vigentes para garantizar un grado demejora en la percepción de las condiciones de vida de las comunidades en zonas de convivencia fronteriza y en particular de quienes se encuentran en limbo administrativo (derivado del operativo del tercer país seguro) entre que se les reconoce como visitante temporal y la COMAR emite una resolución definitiva de su situación jurídica en el país.