Jueves 26 de septiembre, 2013
Sala a, segundo piso, IISUE, UNAM, 4:30pm
Informes: redmigracioneducacion@gmail.com
Resumen de la presentación:
Hacia finales de la década de los años 90, una encuesta levantada en regiones de agricultura moderna en cuatro estados del Noroeste del país (Sinaloa, Sonora, Baja California Sur y Jalisco) mostró la magnitud y las características de la población jornalera que trabajaba en las grandes empresas, levantando las cosechas de productos destinados principalmente a la exportación. El perfil de esa fuerza de trabajo dio cuenta de la importante presencia de familias completas de origen rural, un porcentaje importante estaba integrado por miembros de grupos indígenas originarios de las localidades más pobres del Sureste de México, quienes para sobrevivir tenían que recorrer hasta 1 500 km, emplearse y vivir en condiciones de extrema precariedad. Sin embargo, lo más dramático resultó al observar la presencia de niños, que no sólo viajaban acompañando a sus padres, sino que migraban para ser parte de la mano de obra empleada por dichas empresas.
Muchos de esos niños han nacido en el trayecto de esas movilidades vinculadas a una agricultura intensiva que se fortalece en el marco del TLC, mientras en sus localidades de origen los campos de maíz y otros cultivos tradicionales son abandonados. Estos niños crecen entre tomates, uvas y otros productos que ellos y sus padres cosechan, y la escuela se convierte en un espacio de difícil acceso para ellos. Hoy en día, las exigencias de calidad e inocuidad de los productos que se exportan han llevado a una vigilancia estricta de las empresas y de la mano de obra que allí labora. El trabajo infantil, en las más modernas, si no eliminado, se ha reducido considerablemente. Los adultos siguen migrando y dejan a sus hijos en los pueblos. Esta ponencia reflexiona sobre el futuro de esos niños y las posibilidades que tienen de educarse en una escuela.
La dra. Lara es antropóloga y doctora en sociología por la UNAM. Es investigadora titular del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM; miembro del Sistema nacional de Investigadores, con una larga experiencia en estudios migratorios, cadenas agroalimentarias y empleo rural, con enfoque de género. Obtuvo el Premio de la Procuraduría Agraria de México a la mejor investigación, por su libro Nuevas experiencias productivas y nuevas formas de organización flexible de la agricultura (Juan Pablos Editor, México, 1998). Es autora y editora de seis libros, de 38 artículos y 40 capítulos publicados sobre el tema, en México, Argentina, Chile, Brasil, España, Estados Unidos, Bulgaria y Francia.